Los aditivos en la alimentación son los colorantes, los potenciadores del sabor, los conservantes, los antioxidantes, los espesantes y los edulcorantes. Todos ellos aparecen reflejados en las etiquetas de los alimentos que los contienen con una E y un número detrás.
Ya he comentado en entradas anteriores lo conveniente que es leer las etiquetas de los alimentos que compras, aunque muchas veces parezcan un verdadero jeroglífico.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) informa en su página web sobre lo que es un aditivo, explica las condiciones a las que está sujeto su uso y dice literalmente: El hecho de que un aditivo tenga un número E asignado da garantías de que el aditivo ha pasado controles de seguridad y que ha sido aprobado para su uso en la Unión Europea. Personalmente tengo mis reservas.
La Unión Europea tiene leyes estrictas en materia de aditivos alimentarios, es lo que nos viene a decir este divertido vídeo de un minuto de duración que he obtenido de la página de la AESAN.
Por otro lado, hace unos días me topé con este titular en la web: Cuando los aditivos conquistaron la nevera. En esta página hacen un pequeño inventario de las sustancias «E» que se añaden a los alimentos industriales (procesados y no frescos, aunque sea obvio, me apetece dejarlo claro).
No me he podido resistir a la tentación de preparar una infografía para hacer esta información visualmente más atractiva; de por sí es un poco aburrida.
Cómo es muy larga, he maquetado sus partes y he preparado un documento en pdf que te puedes descargar para tenerlo a mano y poderlo consultar en papel: Los peligros de los aditivos en la alimentación.
¿Con cuál de las dos visiones del tema te quedas tú?
¿Son los aditivos en la alimentación un peligro? ¿O por el contrario, son seguros?
Imagen Bol cargado de aditivos de Shutterstock