Si estás a punto de perder el control, el yoga es tu solución porque es una fuente de beneficios para tu salud: reduce el estrés, controla la ansiedad, estimula la energía, refuerza el sistema inmunológico, elimina las toxinas, tonifica los músculos, alivia los dolores (menstruales, migrañas…) y aumenta la confianza y la perspicacia.
Esta disciplina surgió hace 5.000 años en la India y su objetivo es alcanzar la unión del cuerpo con la mente. Yoga significa vínculo o unión y otorga mediante ejercicios físicos dinámicos un bienestar físico y mental inmediato.
Existen diferentes técnicas de yoga, siendo el Hatha Yoga el tipo que se realiza en occidente; se conoce por la práctica de posturas corporales que aportan a los músculos firmeza y elasticidad combinada con ejercicios de relajación muscular y respiración abdominal diafragmática.
Otras técnicas de yoga menos frecuentes son: Bikran Yoga, Raja Yoga, Iyengar Yoga, Kundalini Yoga y Power Yoga.
En la práctica del yoga se combinan ejercicios de relajación muscular profunda y progresiva con respiración diafragmática-abdominal efectuados antes y después de las diferentes posturas o asanas.
17 beneficios saludables del yoga
1. Mejora de la flexibilidad general de los músculos y articulaciones
Al principio cuesta mucho coger con las manos las plantas de los pies, pero poniéndo empeño en ello se nota un gradual aflojamiento con desaparición de dolores y tensiones.
Las caderas tensas pueden constreñir la articulación de la rodilla y los músculos isquiotibiales tensos pueden aplanar la columna lumbar originando ataques de lumbago.
2. Músculos fuertes
El yoga protege de dolencias como las artritis, el dolor de espalda y ayuda a prevenir caídas en las personas mayores. La fortaleza muscular se equilibra con la flexibilidad.
3. Mejora las articulaciones
Mediante una gama completa de movimientos se puede prevenir la artritis degenerativa y mitigar esta dolencia por el efecto esponja de las áreas de cartílago que no son utilizadas. El cartílago de las articulaciones es como una esponja que recibe los fluidos suministrados y los absorbe. Sin movimiento, las zonas articulares se fatigan y desgastan.
4. Mejora la masa ósea
Fortalece los huesos e incluso elimina la osteoporosis. Posturas como el cabeza de perro arriba o abajo fortalecen mucho los brazos y los hombros, que son susceptibles de fracturas por osteoporosis.
5. Espina dorsal nutrida
Los discos dorsales vertebrales se pueden herniar y comprimir las raíces nerviosas; estos adoran el movimiento, su manera de conseguir sus nutrientes. Si se trabaja una buena y equilibrada tanda de aperturas de delante atrás, les suministra nutrientes y mantendrá las vértebras sueltas.
6. Cabeza alineada con la columna vertebral
La cabeza es una bola redonda y pesada que si se halla bien equilibrada con la columna, los músculos del cuello emplean menos fuerzas para sujetarla. Se deben realizar ejercicios para fortalecer los músculos del cuello que la sostienen.
7. Mejora la circulación sanguínea y linfática
Los ejercicios físicos que se practican en el yoga mejoran la fluidez de la sangre. Las posturas de torsiones facilitan el retorno de la sangre venosa de los órganos internos y su posterior oxigenación. La inversión sobre las manos, la cabeza o los hombros facilitan el retorno de la sangre venosa de las caderas y las piernas al corazón que las envía a los pulmones para su posterior oxigenación.
Además, disminuye la agregación plaquetaria, la viscosidad de la sangre y el riesgo de trombosis.
Durante la práctica de las posturas del yoga se contraen y relajan los músculos y se aumenta el drenaje linfático que ayuda a luchar contra las infecciones, destruir las células cancerosas y liberarse de los productos de desecho celulares.
8. Fortalece el corazón
Los ejercicios aeróbicos del yoga tonifican la musculatura cardíaca, regulan el ritmo cardíaco -porque disminuyen los latidos cardíacos en reposo- e incrementan el potencial de suministro de oxígeno durante el ejercicio. Además, descienden la tensión arterial.
9. Desciende el nivel de cortisol
Las glándulas suprarrenales segregan cortisol en respuesta al exceso de estrés y deprimen el sistema inmune. Los niveles de cortisol altos están relacionados con la depresión, la osteoporosis, la presión alta y la resistencia a la insulina.
10. Colesterol
Reduce los niveles de glucosa y colesterol malo o LDL sanguíneos y aumenta los niveles de colesterol bueno o HDL sanguíneos.
La práctica regular reduce los niveles de cortisol y adrenalina proporcionando pérdida de peso y aumentando la sensibilidad a la insulina.
11. Adelgaza
Con la práctica del yoga se ejercita el comer menos y el moverse más. El yoga inspira a ser más consciente en los hábitos alimenticios.
12. Mejora las facultades intelectuales
Un componente del yoga es focalizarse a sí mismo en el presente. La práctica mejora la coordinación, el tiempo de reacción, memoria e incluso el coeficiente intelectual.
13. Relaja
Fomenta la relajación y el equilibrio entre el sistema nervioso simpático y parasimpático, calmante y restaurador; disminuye el ritmo cardíaco y respiratorio y aumenta el flujo sanguíneo a los órganos.
Mejora el ritmo del sueño: al dormir mejor estamos más descansados y mejora nuestra capacidad de atención.
Reduce la tensión muscular que conduce a tensión crónica, fatiga y sensibilidad dolorosa en las muñecas, brazos, hombros, cara y cuello.
15. Beneficia el sistema inmune
Lo intensifican cuando es necesario, por ejemplo, produciendo anticuerpos ante una infección. Mitiga la actuación agresiva de anticuerpos autoinmunes en enfermedades autoinmunes, como por ejemplo la psoriasis y la artritis reumatoide.
15. Antiestreñimiento
El yoga está indicado en personas que padecen estreñimiento y con colon irritable, ya que reduce el riesgo de padecer cáncer de colon.
16. Alivia el dolor
En este sentido, es recomendable para personas que padecen artritis, síndrome del túnel carpiano, neuralgias, migrañas y dolor de espalda.
17. Salud emocional
El ejercicio del yoga no sólo aporta beneficios al cuerpo, también mejora la autoestima y combate la ira y la depresión.
Fuentes:
- El libro «Yoga y medicina» del Dr. Timothy McCall
- Además, para la redacción de este artículo he contado con la colaboración de profesores y terapeutas de yoga como Alicia Torres Alamo.