ejercicio físico como terapia para combatir enfermedades

El ejercicio físico como terapia para combatir enfermedades III

Comparte si te ha gustado

En esta entrega sobre el ejercicio físico como terapia para combatir enfermedades hablamos de cómo afecta el deporte en el caso de enfermedades neurodegenerativas, ansiedad, depresión y enfermedades del aparato digestivo.

ejercicio físico como terapia para combatir enfermedades

En los dos artículos anteriores, hemos visto la relación general entre deporte y salud y cómo éste afecta a enfermedades como las cardiopatías o la hipertensión arterial en uno, y cómo influye el ejercicio físico en estas otras enfermedades: la diabetes, la hiperlipidemia, el asma, la artritis, la artrosis y el cáncer.

El ejercicio físico y las enfermedades neurodegenerativas

La actividad física moderada y continua puede contribuir a retrasar la aparición de demencias como la enfermedad de Alzheimer y enlentecer el curso progresivo de las enfermedades neurodegenerativas como demencias, Parkinson, ataxia cerebelosa y algunas enfermedades mentales como la depresión severa.

En los pacientes con Alzheimer, aparte de que el ejercicio físico ralentiza la progresión severa del deterioro cognitivo, también previene o aminora la aparición de muchas complicaciones de la enfermedad como incapacidades motoras de todo tipo y caídas.

El ejercicio físico en los pacientes con Alzheimer puede durar desde 150 minutos hasta tan solo 20 minutos 3 veces a la semana.

Se aconsejan ejercicios aeróbicos moderados como la natación, caminar, correr y montar en bicicleta.

Son muy recomendables los ejercicios físicos de resistencia como andar, correr, piragüismo, nadar y montar en bicicleta en un parque natural porque la naturaleza favorece la oxigenación del cerebro y acompañado de otras personas lo cual posibilita la socialización.

Los ejercicios de fuerza como sentarse, levantarse, subir y bajar un escalón, apretar con una mano una pelota de tenis, etc.

Los ejercicios de coordinación fina donde no interviene un grupo grande de músculos como pintar con lápices, recortar dibujos, coser o realizar ganchillo, trenzados o clasificar monedas. En los ejercicios de coordinación gruesa intervienen grandes grupos musculares. Se trata de ejercicios como botar un balón, mantener en el aire un globo o una pelota de playa, etc..

También se recomiendan los ejercicios de puntería, lanzando varios objetos hasta la zona de recepción; el objeto puede ser de varios tamaños y formas y se puede lanzar con una o dos manos, con el pie y el implemento.

Previa consulta con el neurólogo, pueden practicar deportes en equipo como tenis, baloncesto, etc., pero con cuidado.

Los deportes de competición y el ejercicio físico de gran intensidad están contraindicados en estos pacientes.

Los efectos beneficiosos del ejercicio físico para pacientes con enfermedades neurodegenerativas son:

  • Mejora la circulación cerebral y fluidifica la sangre evitando que se formen coágulos y trombos.
  • Mejora la actividad de las neuronas y disminuye la perdida neuronal.
  • Disminuye el estrés oxidativo y evita la degeneración de las neuronas.
  • Mejora la memoria, la coordinación motora y la agilidad para los movimientos.

Ejercicio físico para combatir la ansiedad y la depresión

La práctica de deportes beneficia mucho a nuestra salud mental porque estimula la secreción de endorfinas que son las hormonas que provocan la felicidad, estimula la secreción de proteínas que repara nuestras neuronas, regula los niveles de serotonina y otros neurotransmisores y aumenta el flujo sanguíneo cerebral. Con el ejercicio físico descargamos nuestra tensión nerviosa.

Se conocen 350 millones de personas con depresión en el mundo. La ansiedad es muy frecuente también y es aconsejable que estas personas se aficionen a un deporte como herramienta terapéutica para vencer su enfermedad.

Los deportes más aconsejados son los aeróbicos, la natación es el mejor deporte contra la ansiedad, el senderismo o caminar en la naturaleza acompañado de la familia o amigos estimula la alegría y socialización de estas personas.

ejercicio físico como terapia para combatir enfermedades

Los deportes en equipo como el tenis, el fútbol, el baloncesto y balonmano están muy aconsejados porque enseñan a compartir y socializarse. El baile es muy recomendable.

El yoga y el tai chi que combinan ejercicio físico con técnicas de relajación y meditación aportan grandes beneficios en estos enfermos mentales.

Se puede practicar deporte de competición con cuidado y siempre consultando con el médico que trate al paciente.

Es aconsejable comenzar con ejercicios de calentamiento y estiramiento, empezar por movimientos de poca intensidad para ir aumentando de manera progresiva la fuerza y la intensidad del ejercicio físico.

El ejercicio físico en las enfermedades del aparato digestivo

Las enfermedades del aparato digestivo necesitan recibir los beneficios terapéuticos de la práctica del ejercicio físico. Entre estos se encuentran:

  • Acelera los procesos digestivos e incrementa el metabolismo, evitando la sensación de pesadez tras las ingestas.
  • Favorece la motilidad intestinal, el tránsito por el tubo digestivo y evita el estreñimiento.
  • Mejora el tono muscular y la fuerza del tubo digestivo.
  • Reduce el estrés y los malestares digestivos asociados a éste.
  • Mejora el control del apetito provocado por efectos hormonales lo cual reduce el llenado excesivo del tubo gastrointestinal.

Se aconseja un ejercicio físico aeróbico moderado y no muy intenso para regular la actividad del tubo digestivo.

Las personas con reflujo gastroesofágico no deberían hacer una gimnasia intensa con los músculos abdominales. Las personas con otros trastornos gastrointestinales como úlceras gastrointestinales, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn…  deberían evitar los deportes de competición porque pueden provocar complicaciones como hemorragias, etc.

Se recomiendan la natación, caminar, senderismo moderado, montar en bicicleta.

La gimnasia con cuidado de no hacer ejercicios que fuercen el abdomen, los deportes en equipo como tenis, baloncesto, etc., se pueden practicar con cuidado y se contraindican los deportes de competición.

Fuentes

6 comentarios en “El ejercicio físico como terapia para combatir enfermedades III”

  1. Saludos Paloma. A mí me gusta salir a montar bicicleta, y cuando no puedo salir en la bici me gusta dar largos paseos a pie por mi barrio. Últimamente he tenido algunos malestares estomacales (la comida de diciembre), y hoy que salí a caminar sentía como se movía mi estómago, me dieron ganas de ir al baño en el camino de regreso. Excelente artículo, gracias por compartir la información

    1. Estimada Adriana , el ejercicio físico es una excelente terapia y nos mejora nuestra salud, si alguna vez se siente molesta descanse un rato y luego cuando se le pase puede continuar. Me alegra que le guste el artículo. Un cordial saludo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir arriba