Posiciones básicas y fáciles para comenzar a practicar yoga

Posiciones básicas y fáciles para comenzar a practicar yoga

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Posiciones básicas y fáciles para comenzar a practicar yoga

Practicar yoga tiene grandes beneficios para la salud más allá de la flexibilidad y el equilibrio.

Los estudios demuestran que el yoga hace todo, desde combatir la ansiedad, la depresión y el estrés, hasta reducir la inflamación en el cuerpo… ¡Una verdadera maravilla!

Para comenzar con buen pie en el yoga debes de buscar un lugar tranquilo y seguro para poder desarrollar la actividad de la mejor manera posible. ¿No tienes un sitio así? Encuentra tu retiro y disfruta de las ventajas de un lugar diseñado para practicar yoga de un modo relajado y sosegado.

Una vez que tengas tu lugar, es el momento de comenzar con las posiciones básicas que te ayudarán a empezar.

Montaña

¡Es una de las más simples! Estar de pie con los brazos a los lados. ¡Fácil! Pero es una posición muy poderosa, ya que sienta las bases para todas las futuras posiciones de yoga que vas a realizar.

Mejora la postura y conciencia corporal, fortalece las piernas y establece una buena alineación postural. Cuando se practica regularmente, puede ayudar a reducir el dolor de espalda, aliviar la ciática y reducir los efectos de los pies planos.

Silla

Se comienza con la posición Montaña. Mientras inhalas, levanta los brazos, separa los dedos y levanta la mano a través de la punta de los dedos. Mientras exhala, siéntate hacia atrás y hacia abajo como si estuvieras sentado en una silla.

Esta postura fortalece las piernas, la parte superior de la espalda y los hombros. Como beneficio adicional, tendrás la oportunidad de practicar la paciencia mientras tus muslos trabajan duro.

Postura del Cachorro

Coloca las manos sobre el respaldo de una silla con las palmas separadas a la altura de los hombros. Retrocede con los pies hasta que se alineen debajo de tus caderas, creando un ángulo recto con tu cuerpo, la columna vertebral paralela al suelo.

Con un movimiento natural estira la espalda, dejando los brazos estirados y en paralelo.

Es un gran movimiento que favorece estirar los isquiotibiales, abrir los hombros y alinear la columna vertebral.

Guerrero II

Quédate de pie con los pies separados. Mueve el talón derecho hacia afuera para que tus dedos apuntan ligeramente hacia adentro. Gira el pie izquierdo 90 grados. Alinea tu talón izquierdo con el arco de tu pie derecho.

Dobla la rodilla izquierda en un ángulo de 90 grados, manteniendo la rodilla alineada con el segundo dedo para proteger la articulación de la rodilla. Estírate a través de la pierna recta hacia atrás y baja hasta el pie trasero.

En una inhalación, lleva los brazos a una T a la altura de los hombros. Extiende tus dedos y mantén las palmas boca abajo. Mientras exhalas, concéntrate en el estiramiento.

Esta postura para practicar yoga puede ayudar a calmar y estabilizar tu mente. También fortalece las piernas y los tobillos al tiempo que aumenta la resistencia de los mismos.

Triángulo invertido

Desde la postura de la montaña, da un paso hacia atrás con el pie izquierdo y colócalo en el suelo, girado 45 grados. Alinea tus pies de talón a talón con la distancia necesaria para mayor estabilidad y espacio.

Respira profundamente, con las manos en las caderas, al torso hacia adelante sobre la pierna delantera. Mantén la columna recta. Luego desarrolla el mismo movimiento de manera suave.

La paciencia y la constancia te harán mejorar en el desarrollo de los movimientos del yoga, sintiendo los beneficios a muy corto plazo.

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