transformar tus buenos propósitos en realidad

Cómo transformar tus buenos propósitos en realidad

Comparte si te ha gustado
transformar tus buenos propósitos en realidad

Ya ha empezado el nuevo año e imagino que tú también habrás pensado ya en tus buenos propósitos del año.

A mí personalmente este momento me parece mágico, porque me da la sensación de que podemos dar nuevos colores a nuestra vida, podemos dirigirla hacia una nueva dirección. No importa cómo haya ido el año anterior, lo único que importa es aprender de ello y focalizar nuestras energías en el presente para tener el futuro que deseamos.

Para hacerlo es muy importante saber planificar de manera efectiva nuestros objetivos: mejor los definimos y así será más fácil cumplirlos.

¿Cómo elegir tus buenos propósitos? ¿Cómo fijar tus objetivos?

El primer paso es acordarnos de que nuestra vida no está dividida en compartimentos. Es importante que haya un equilibrio entre todos los aspectos de nuestra vida. Con esto quiero decir que cada área específica de ella tiene repercusiones en las demás.

Te pongo un ejemplo. Imagina que mi propósito de este año sea centrarme en mi cuerpo y retomar mi forma física. Si centrara todas mis fuerzas y energías en esto olvidándome de todos los demás aspectos de mi día a día, seguramente descuidaría otras cosas importantes.

Por esto, aunque consiguiera alcanzar mi propósito, estoy segura de que no me sentiría ni más feliz ni más serena.

Piensa en una rueda de una bicicleta. Sólo si todos los radios tienen el mismo tamaño y grosor, entonces la rueda podrá girar de forma fluida y constante. ¿Te imaginas una rueda con cada radio diferente el uno del otro? Uno largo, uno corto, otro mediano, otro que no está…¿Que rueda sería? ¿Cómo rodaría? Simplemente no rodaría, se rompería o se quedaría bloqueada.

También en la rueda de la vida, donde cada radio es un aspecto importante de ella (trabajo, familia, salud, ocio, espiritualidad, mente…) pasa lo mismo.

Por esta razón es importante que planifiques tus objetivos, tus buenos propósitos en cada una de estas áreas.

Fíjate en cuáles son los aspectos de tu vida que quieres potenciar, cuales quieres bajar y cuales quieres que se queden iguales y entonces, elige tus objetivos con relación a ellos.

Cómo tienen que ser tus objetivos para que puedas convertirlos en realidad

Ten en cuenta que un objetivo necesita tener unas características específicas.

1. Motivador

Tiene que ser un objetivo que, sólo con pensar el él, te dé una descarga de energía, euforia y positividad. Algo que vaya a marcar la diferencia entre un antes y un después. Pregúntate: ¿Porque y Para qué es importante para mi alcanzarlo? ¿Cómo cambiaría eso mi vida?

2. Específico

Tiene que ser descrito de manera muy detallada y escrupulosa. Si quieres adelgazar, por ejemplo, no vale formular el objetivo como «este año quiero adelgazar».

Al ser poco específico se esfumaría en el tiempo. ¿Cuánto quieres adelgazar? ¿En cuánto tiempo? Una buena manera sería: «Quiero adelgazar 5 kilos en 2 meses».

3. Fijado en el tiempo

Se dice que un objetivo es un sueño al que se le ha puesto una fecha de caducidad. Y así es. Por este motivo es importante que elijas una fecha límite para alcanzarlo. Esto te ayudará con el siguiente paso, que será dar forma a un plan de acción específico.

buenos propósitos y objetivosLa única diferencia entre un sueño y un objetivo es una fecha.

4. Medible

De este modo, podrás saber si te estás acercando o alejando de él.

Para hacerlo puedes dividir tu objetivo en varios objetivos intermedios más pequeños que te darán la posibilidad de medir cuánto te falta para llegar a tu meta final.

Además, el darte cuenta de estar avanzando hacia tu meta, alimentará tu motivación y te recargará de la energía necesaria para seguir adelante.

5. Realista

Pienso que en la vida hay que mirar a lo alto porque como decía alguien «hay que mirar a la luna para coger al águila y al águila para coger a la piedra».

Pero también tenemos que ver la diferencia entre el mirar a lo alto y pedir algo irreal. Si quisiéra transformarme en un astronauta e irme a la luna en dos meses, está claro que no sería un objetivo realista. Elige algo que dependa de ti y que realmente sea alcanzable.

6. Tiene que depender de ti

Este punto es fundamental. No tiene significado enfocar nuestras energías y esfuerzos en algo que esté fuera de nuestro control. Tener como objetivo, por ejemplo, que alguien se enamore de nosotros, puede ser verdaderamente frustrante. Podemos dar lo mejor de nosotros mismos pero los sentimientos, las emociones y los pensamientos de otra persona no están a nuestro alcance.

7. Ecológico

No tiene que repercutir negativamente ni en tu vida ni en la de los demás. Si quiero ser la jefa de la empresa donde trabajo y para serlo tengo que actuar contra de mis valores faltando el respeto a mis compañeros, esto no sería un objetivo ecológico.

8. Positivo

No pienses en un elefante azul con un tutú rosa… Lo estás viendo, ¿verdad?

Sí, porque nuestro cerebro funciona por imágenes y si les dices que no hagas algo, él automáticamente proyecta la imagen de este algo.

Por este motivo, si decido «no comer chocolate y chucherías» por ejemplo, lo que estoy haciendo es visualizar chocolate y chuches. Un objetivo bien hecho sería en este caso: «comer de forma saludable».

Cómo motivarte para lograr tus buenos propósitos

Muy bien, ahora que ya sabes cómo dar forma a tus objetivos quiero hablarte de cómo alimentar tu compromiso y tu motivación para alcanzarlos.

El ser humano se mueve empujado por dos mecanismos: alejarse del dolor o acercarse al placer.

Por esto, es importante que elijas un regalo para premiarte en el momento en que alcances tu meta.

El premio tiene que ser algo verdaderamente motivador e importante para ti, algo que te mejore la vida. Puede ser hacer aquel curso de submarinismo que tienes pendiente hace muchos años o irte a una capital europea a pasar el fin de semana con tu pareja… Elije algo que sea verdaderamente significativo para ti.

Y para comprometerte de verdad, declara tu objetivo a las personas de tu entorno: a tu marido, a tu mujer, a tu jefe, a tus amigos…Saber que los demás conocen lo que te has propuesto hacer, tendrá un efecto propulsor aún mayor.

¡Ponte manos a la obra! ¡Transforma tus sueños en objetivos y tus buenos propósitos en realidad!

Imagen Grupo de amigos brindando de Shutterstock

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir arriba