Cómo mantener la motivación para hacer ejercicio

Cómo mantener la motivación para hacer ejercicio y no rendirse en el intento

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Mantener la motivación para hacer ejercicio es uno de los grandes retos, pero la buena noticia es que se puede entrenar igual que un músculo. Para que estas recomendaciones sean más efectivas, puedes combinar este artículo con los otros dos de la serie: cómo crear rutinas sencillas y los beneficios que notarás al moverte cada día.

Seguro que más de una vez te has dicho: “El lunes empiezo”. Y puede que lo hayas hecho… pero al cabo de dos semanas la rutina se desinfló. No es que no quieras cuidarte, es que mantener la motivación para hacer ejercicio es uno de los grandes retos que compartimos muchas personas.

La buena noticia es que la motivación no es un don misterioso: se puede entrenar, igual que un músculo. Y en este post quiero darte claves sencillas y realistas para que el ejercicio se convierta en un hábito que disfrutes, no en una obligación que abandones.

La motivación también se entrena

Muchas veces pensamos que necesitamos motivación para empezar, pero la realidad es al revés: cuando empiezas, la motivación crece. Cada pequeño paso que das, cada día que cumples con tu rutina, alimenta tus ganas de continuar.

No esperes a tener la energía perfecta o la inspiración máxima: da el primer paso, aunque sea pequeño.

Cómo empezar con buen pie

  • Olvida la perfección: no necesitas entrenar 7 días a la semana. Empieza con lo que puedas mantener.
  • Define objetivos realistas: “quiero moverme 20 minutos al día” es más alcanzable que “quiero bajar 10 kilos”.
  • Celebra tus logros: cada entrenamiento cuenta. Reconócelo y felicítate.

Estrategias para mantener la motivación

Mantener la motivación no siempre es fácil, pero existen estrategias concretas que pueden ayudarte a que el ejercicio forme parte de tu vida de manera natural y constante. Implementar pequeños hábitos, planificar tus entrenamientos y encontrar formas de disfrutar cada sesión puede marcar la diferencia entre abandonar y crear un hábito que realmente transforme tu bienestar.

Planifica tus entrenamientos

  • Agenda el ejercicio como una cita contigo misma/o. Si está en tu calendario, será más fácil cumplirlo.

Registra tu progreso

  • Anota lo que haces o usa una aplicación para ver cómo avanzas. Ver resultados, aunque sean pequeños, motiva mucho.

Hazlo acompañado/a

  • Entrenar con alguien o unirte a un grupo añade compromiso y diversión.

Varía la rutina

  • Alterna ejercicios, intensidad y entornos para evitar aburrimiento y mantener el interés.

Usa música y podcasts

  • Una playlist que te anime o un podcast interesante puede hacer la sesión más llevadera y estimulante.

Motivación emocional y mental

  • Relaciona la actividad con sensación de logro y bienestar.
  • Practica mindfulness durante la actividad: atención plena al movimiento y respiración.
  • Visualiza cómo quieres sentirte tras la sesión o al final de la semana.

Errores frecuentes y cómo evitarlos

Aunque tengamos las mejores intenciones, es normal cometer errores cuando intentamos mantener una rutina de ejercicio. Algunos descuidos o hábitos poco efectivos pueden desanimarte o incluso afectar tus resultados. Conocer cuáles son los errores más comunes y cómo evitarlos te permitirá entrenar de manera más segura, efectiva y motivadora, además de ayudarte a disfrutar más de cada sesión.

Cómo mantener la motivación para hacer ejercicio

Compararte con otros

  • Problema: genera frustración y desmotivación.
  • Solución: enfócate en tu progreso personal y celebra cada logro.
  • Ejemplo: si un amigo/a corre 10 km y tú empiezas con 1 km, reconoce tu esfuerzo y la constancia que estás construyendo.

Metas poco realistas o demasiado generales

  • Problema: “quiero estar en forma” es difuso y difícil de medir.
  • Solución: define metas SMART: “caminar 20 min, 5 días a la semana” es alcanzable y medible.

No variar la rutina

  • Problema: aburrimiento y abandono.
  • Solución: alterna cardio, fuerza, estiramientos o actividades al aire libre.
  • Ejemplo: lunes yoga, miércoles caminata rápida, viernes fuerza en casa.

Entrenamientos demasiado largos o intensos al principio

  • Problema: fatiga, dolor muscular y desmotivación.
  • Solución: empieza con sesiones cortas e incrementa gradualmente la duración e intensidad.

No reconocer logros pequeños

  • Problema: sentir que nada vale la pena.
  • Solución: anota avances diarios, celebra micro-logros como completar una sesión o aumentar 1 minuto de actividad.
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Cómo superar los bajones

Incluso las personas más comprometidas tienen días o semanas de baja motivación. Aquí encontrarás algunas estrategias útiles para esos momentos. Pero si a ti te funciona cualquier otra estrategia, por favor, déjala en un comentario.

Días de poca energía

  • Haz algo ligero: caminata corta, estiramientos o yoga suave.
  • Recuerda: algo es mejor que nada, y mover el cuerpo aunque sea poco mantiene el hábito activo.

Semanas de mucho trabajo o estrés

  • Divide tu entrenamiento en micro-sesiones de 5-10 minutos.
  • Ejemplo: 5 minutos de fuerza por la mañana y 5 minutos de estiramientos por la tarde.

Épocas de desmotivación

  • Cambia de actividad: prueba una clase nueva, un deporte diferente o un paseo al aire libre.
  • Revisa tus objetivos y recuerda tu motivo para empezar: salud, energía, bienestar emocional.

Motivación a largo plazo

  • Establece recompensas no materiales: una tarde tranquila, una caminata en la naturaleza o tiempo para ti.
  • Conecta con tu progreso: lleva un registro de días entrenados, logros y sensaciones físicas y emocionales.

Inspiración externa

  • Lee historias de personas que han integrado el ejercicio en su rutina diaria.
  • Comparte avances en redes sociales o con alguien cercano para generar compromiso y apoyo.

Apoyo extra: herramientas que pueden ayudarte

Contar con un apoyo extra puede hacer que mantener la motivación para hacer ejercicio sea mucho más sencillo. Existen herramientas y recursos que te acompañan en tu proceso, te ayudan a organizar tus entrenamientos, registrar tu progreso y celebrar cada logro. Desde aplicaciones móviles hasta grupos de entrenamiento o accesorios sencillos, estas herramientas pueden convertirse en aliados para que el ejercicio deje de ser una obligación y se transforme en un hábito gratificante y divertido.

  • Aplicaciones de ejercicio: ofrecen planes guiados y te recuerdan entrenar.
  • Comunidades online o presenciales: compartir avances y retos motiva.
  • Profesionales del deporte: un entrenador o entrenadora puede personalizar tu plan y darte ese empujón extra.

El secreto no está en entrenar mucho en poco tiempo, sino en no dejarlo. Cada paso cuenta, y lo más importante es disfrutar del proceso. Aplica estos consejos junto con rutinas adaptadas a tu vida y conoce todos los beneficios que el ejercicio aporta a tu cuerpo y mente.

¿Quieres seguir explorando cómo cuidar tu bienestar? En este blog encontrarás más contenido sobre cómo mantener tu cuerpo, mente y emociones en armonía. Y si aún no lo has hecho, suscríbete y descarga gratis la guía de la compra saludable

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