Disfunciones sexuales femeninas

Disfunciones sexuales femeninas: cómo afrontarlas

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Los problemas o disfunciones sexuales aparecen en las personas cuando la relación sexual no reúne los requisitos para ser sana y placentera. En este artículo nos centraremos en las disfunciones sexuales femeninas y en el próximo, en las disfunciones sexuales masculinas.

Las disfunciones sexuales más frecuentes de las mujeres son:

  • Falta de deseo sexual.
  • Incapacidad de lograr excitación.
  • Falta de clímax u orgasmo.
  • Relaciones sexuales dolorosas.

Las disfunciones sexuales más habituales en los hombres son las siguientes:

  • La disfunción eréctil.
  • La reducción o pérdida de interés sexual.
  • Los problemas de eyaculación.
  • La insuficiencia de los testículos para producir la cantidad normal de hormonas sexuales masculinas.

La importancia de tener una buena salud sexual

Una buena salud sexual aporta grandes beneficios al organismo; así mantener unas relaciones sexuales saludables dos veces por semana prolonga varios años nuestra vida y aporta como beneficios:

  • Protege el corazón de infartos, cardiopatías isquémicas, arritmias; también desciende el colesterol malo y aumenta el colesterol bueno.
  • Incrementa las defensas debido al incremento de la dehidroepiandrosterona que aumenta las inmunoglobulinas A.
  • Alivia el dolor debido a la acción calmante de la oxitocina y endorfinas.
  • Ayuda a adelgazar: en el acto sexual se consumen muchas calorías y es un poderoso ejercicio físico.
  • Combate el estrés, la ansiedad y la depresión por la acción de la oxitocina y endorfina. Se combate el insomnio y mejora nuestro ritmo de sueño.
  • Disminuye los riesgos de cáncer de próstata y mama.
  • Evita la incontinencia urinaria.
  • Mejora la capacidad olfatoria.

Puedes ampliar información en este artículo.

Beneficios de la sexualidad para la salud

Disfunciones sexuales en las mujeres

El 60% de las mujeres padece alguna disfunción sexual frente al 40% de los hombres. A continuación, trataremos las 4 siguientes:

Trastorno o deseo sexual hipoactivo

Consiste en la falta de interés en iniciar o mantener una relación sexual activa.

Se considera el problema sexual más frecuente en las mujeres y es crónico y persistente.

Algunas mujeres notan disminución de la libido o deseo sexual en determinados momentos de su vida tales como el embarazo, el parto, la lactancia o la menopausia.

Entre sus causas se encuentran enfermedades como la diabetes, las cardiopatías, las intervenciones quirúrgicas, los desarreglos hormonales, la esclerosis múltiple y la enfermedad de Parkinson.

Otras causas son los cambios en los métodos anticonceptivos, el cansancio, el estrés, los cambios de humor, la relación sexual y afectiva traumática con la pareja y el consumo elevado de alcohol y drogas.

No existe ningún tratamiento válido y efectivo para todas las mujeres; es necesario un buen conocimiento de la naturaleza del problema para tratarlo. Se necesita una historia clínica detallada, la toma de la tensión arterial, un análisis de sangre y de orina.

Las posibilidades terapéuticas son 2:

Terapia sexual tipo cognitiva- conductual individual mediante psicoterapia y terapia de pareja mediante técnicas de comunicación asertiva y ejercicios de estimulación sexual.

  • La técnica de placereado tipo I es una práctica sexual que consiste en hacerse caricias por todo el cuerpo acompañadas de la renuncia de la pareja a mantener relaciones sexuales durante varios días.
  • El procedimiento de placereado tipo II consiste en estimular y excitar los genitales.

Terapia farmacológica con testosterona mediante parches 300 mg/ 24 horas /2 veces por semana, otras vías eficaces son el implante subcutáneo y los geles trasdérmicos.

  • La flibanserina es un antidepresivo que actúa selectivamente sobre las vías de neurotransmisores que intervienen en el deseo sexual mejorándolo. Las dosis son 100 mgrs al día.

Trastorno de excitación sexual

Durante la excitación sexual se dan una serie de cambios físicos: el clítoris se agranda debido a la entrada de sangre, la estructura interna de la vagina también se alarga e hincha en su parte superior para acomodar la penetración y se produce el incremento de la lubricación de la vagina, que facilita la introducción del pene y evita cualquier sensación de incomodidad durante el coito.

Los trastornos de la excitación en las mujeres incluyen la falta de lubricación y dilatación de la vagina, la reducción de la sensibilidad del clítoris y los labios y la ausencia de vasocongestión pelviana.

En resumen, la mujer presenta una carencia de excitación y de sensación de placer durante la relación sexual. Este problema dificulta las relaciones sexuales y, en algunas ocasiones, son molestas o dolorosas.

El tratamiento de este trastorno puede ser médico cuando la causa sea una enfermedad. Los casos en los que la causa sea psicológica deberán tratarse con terapia sexual. Se indican ejercicios de Kegel, que consiste en ejercitar los músculos del suelo pélvico de la mujer para que aumente la sensación de placer.

Imagen Shutterstock

Incapacidad de conseguir el orgasmo

El orgasmo es el momento de máxima excitación de los órganos genitales acompañado de un placer intenso y seguido de una relajación.

Los factores psicológicos que lo causan son una mala comunicación sexual, escasa estimulación sexual, miedo, ignorancia, experiencias traumáticas en el pasado, estrés y ansiedad.

Los factores físicos son enfermedades como la diabetes, el alcoholismo, la falta de suficiente riego sanguíneo, los trastornos neurológicos y los hormonales.

Existen, no obstante, 2 tipos de disfunciones orgásmicas:

  1. Disfunciones orgásmicas primarias: la mujer nunca ha tenido un orgasmo. Es más común en mujeres jóvenes.
  2. Disfunciones orgásmicas secundarias: la mujer ha alcanzado el orgasmo en situaciones anteriores, pero en el momento actual es incapaz de tenerlo. Las alteraciones del orgasmo se acompañan de relaciones sexuales dificultosas y molestas.

El tratamiento es la estimulación sexual con técnicas de placereado por focalización sensorial I y II y la estimulación del clítoris previa a las relaciones sexuales.

Dispareunia o dolor vaginal asociado al coito

Existen 2 tipos de dispareunia: la profunda y la leve.

La dispareunia profunda puede estar provocada por la cirugía ginecológica de la pelvis, enfermedades inflamatorias de la pelvis, radioterapia para tumores ginecológicos, tumores uterinos o vaginales y fibroides, endometriosis, infecciones urinarias, quistes ováricos, alguna infección de transmisión sexual y falta de lubricación.

La dispareunia leve es común y tiene muchas causas. La zona está inflamada o irritada y presenta dolor. El dolor se siente durante el coito y al correr o montar en bicicleta. Es frecuente en casos de problemas dermatológicos que ocurren alrededor de la vagina como eczema, verrugas, psoriasis, herpes, verrugas vaginales o la intolerancia a los condones y jabones espermicidas.

Vaginismo

El vaginismo es un espasmo involuntario doloroso del tercio inferior de la vagina que impide la penetración y el coito. Se presenta como una respuesta condicionada al dolor o temor a la penetración, pudiendo presentarse en mujeres que no han tenido relación coital previa (vaginismo primario), o desencadenarse en unas actividades sexuales y no en otras, o bien, tras un periodo de actividad sexual normal (vaginismo secundario).

Las causas del vaginismo pueden ser orgánicas, secundarias a otras patologías pélvicas o genitales que conlleven una penetración dolorosa o causas psicológicas como ignorancia o falta de información, educación sexual restrictiva, efectos secundarios a un trauma sexual y conflictos psicológicos relacionados con la situación de la pareja como ansiedad, inseguridad y conflictos relacionales.

La terapia sexual ha demostrado eficacia en los casos de vaginismo mediante el empleo de entrenadores o dilatadores vaginales, con 4 tamaños graduados. Se trata de cilindros huecos con terminaciones redondeadas que llevan a cabo el tratamiento de forma suave y progresiva.

Se comienza con el más pequeño y se va aumentando progresivamente de tamaño hasta que se consigue introducir el más grande fácil y cómodamente. No obstante, hay muchas mujeres que no se sienten cómodas con ellos y optan por utilizar los dedos para esta terapia.

También es efectiva la educación sexual con tratamiento psicológico del vaginismo como técnicas de relajamiento, uso de imágenes visuales, ejercicios pélvicos y terapia cognitiva-conductual.

La terapia sexual es el conjunto de técnicas empleadas para mejorar la vida sexual basadas en estudios de información, tratamiento psicológico o psicoterapia y tratamiento con prácticas de entrenamiento sexual. Es adecuada en casos de disfunciones sexuales, tanto femeninas como masculinas.

Fuentes

Imágenes de Shutterstock: Pareja en la habitación y Mujer haciendo ejercicios de suelo pélvico

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