La vitamina C es una de las más populares, por su presencia en muchos de los alimentos que forman parte de nuestra dieta y por los beneficios que se le atribuyen. Pero hay algunos datos que no dejan de ser sorprendentes, como los 5 que te mostramos a continuación.
En cítricos… y mucho más
Cuando alguien piensa en vitamina C, lo primero que le viene a la mente es una naranja. Y con toda la razón: está muy presente en ella y, en general, en todos los cítricos, tanto en fruta como en zumo: mandarina, limón, pomelo… Pero, además, hay otras muchas frutas que actúan como fuente de vitamina C: melón, sandía, frutos rojos, kiwi o mango, entre otras. Las verduras también suponen un buen aporte de vitamina C, en especial las zanahorias, el brócoli, los tomates, las espinacas o los pimientos.
Es muy inestable
Se trata de una vitamina muy inestable, es decir, que se destruye fácilmente cuando se cuece el alimento que la porta. Por ello, quienes busquen configurar una dieta con un gran aporte de vitamina C deberían comer ese alimento crudo o procesado lo mínimo posible. Según un estudio publicado en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, la vitamina C deja de conservarse en perfectas condiciones a partir de 12 horas después de haberse exprimido. Por ello, es común recurrir a suplementos de vitamina C, como los que se venden en la página de HSN, respetando rigurosamente las indicaciones sobre dosificación y periodicidad.
Cura el resfriado: ¿verdad o leyenda?
Según la prestigiosa web MedlinePlus, dependiente del Departamento Nacional de Salud de Estados Unidos, no hay evidencias de que la vitamina C prevenga el resfriado o lo cure. Sin embargo, sí que hay indicios de que su duración es más corta y los síntomas, más leves. En cualquier caso, según esta misma fuente, cabe recordar que un exceso de vitamina C tampoco es beneficioso y puede estar relacionado con dolor estomacal, diarrea o carencia de esta vitamina en recién nacidos cuando la gestante ha abusado de ella en el embarazo.
Una lista muy larga de beneficios
La reducción y alivio del resfriado no es, ni mucho menos, el único beneficio para la salud que se atribuye al consumo de vitamina C. Entre los más importantes, como puedes consultar en nuestra guía dedicada a ella, está la reducción de la hipertensión arterial, la regularización de la producción hormonal del tiroides o la producción de histaminas para reducir los efectos de las alergias.
Vitamina C en el mundo de la cosmética
Por último, cabe recordar que la vitamina C también se asocia a beneficios relacionados con la piel, como la prevención de enfermedades y trastornos cutáneos (eccemas, psoriasis) o la ayuda a cicatrizar heridas. No es casualidad, por tanto, que cada vez sean más las compañías cosméticas que emplean la vitamina C en la composición de cremas o serums.