Por qué nos atraen tanto los alimentos palatables y cómo afectan a tu bienestar

Por qué nos atraen tanto los alimentos palatables y cómo afectan a tu bienestar

Comparte si te ha gustado

Seguro que te ha pasado. Llega la tarde, hace unas horas que has comido y, de repente, te entra un antojo incontrolable por algo en concreto. Tal vez unas patatas fritas, ese chocolate que tienes guardado en el armario de la cocina o un pastelito que sobró del día anterior. Lo curioso es que no es hambre real, sino un deseo casi emocional que te empuja a buscar esos alimentos «palatables». ¿Sabes qué es lo que realmente está pasando en tu cerebro cuando te pasa esto? ¿Y cómo afecta tu bienestar a largo plazo?

En este artículo hablaremos de los alimentos palatables, esos que con frecuencia resultan irresistibles, y de su impacto en tu salud física y mental. No te preocupes, no va de moralizar ni de decirte que está mal disfrutar de lo que comes. Todo lo contrario. Lo importante es entender qué sucede en tu cuerpo cuando comes ciertos alimentos y cómo eso influye en tu día a día.

 ¿Qué son los alimentos palatables?

El término «palatable» viene del inglés y se refiere a los alimentos que son sumamente agradables al paladar. Esos que, en cuanto los pruebas, te hacen cerrar los ojos de placer. Lo interesante es que no es solo su sabor lo que nos engancha, sino también su textura, su aroma y, en muchos casos, la combinación perfecta de grasas, azúcares y sal.

Piensa en una pizza, por ejemplo. No solo es el queso derretido lo que te atrae, sino también la textura crujiente de la masa, la suavidad de los ingredientes y, claro, ese toque de sal y grasa que parece despertar algo en tu cerebro.

 ¿Por qué son tan adictivos?

La palatabilidad de ciertos alimentos no es casual. De hecho, hay toda una ciencia detrás de ellos. Las grandes industrias alimentarias han descubierto las combinaciones exactas que activan los centros de placer en tu cerebro. Cuando comes algo muy sabroso y lleno de grasa o azúcar, tu cerebro libera dopamina, el neurotransmisor responsable de la sensación de placer y recompensa.

¿Te suena? Es el mismo proceso que ocurre con otras actividades placenteras, como el sexo o escuchar música que te encanta.

La dopamina te da ese «subidón» de placer momentáneo que tu cuerpo busca repetir una y otra vez. Pero aquí está el problema: estos alimentos activan esos centros de recompensa de manera tan intensa y rápida que pueden generar un círculo vicioso. Cuanto más los consumes, más los deseas. Tu cerebro empieza a asociar esos alimentos con la satisfacción instantánea y cada vez que te sientes estresado, aburrido o incluso feliz, los buscas para repetir la experiencia.

Es importante que entiendas que esto no significa que no tengas autocontrol o que haya algo mal contigo. De hecho, es totalmente natural que te sientas atraído por ellos, porque tu cerebro está programado para buscar fuentes rápidas de energía (como los azúcares y grasas) para sobrevivir. Lo que ocurre es que, en la actualidad, esos alimentos están demasiado disponibles, y no necesitamos esa energía extra de manera constante.

¿Qué hace que estos alimentos sean tan atractivos?

  • Combinación de grasa, azúcar y sal: Estos ingredientes juntos activan el sistema de recompensa del cerebro, lo que los convierte en irresistibles.
  • Textura y aroma: La textura crujiente o suave y el aroma atrayente aumentan el placer al comerlos.
  • Conveniencia: Muchos alimentos palatables son de facil acceso y rápidos de consumir, lo que los hace aún más atractivos en la vida diaria.

¿Cuáles son los alimentos palatables?

Cómo ya he indicado antes, los alimentos palatables son aquellos que son especialmente agradables al paladar, debido a una combinación de factores como su sabor, textura, aroma, y la forma en que estimulan los sentidos. Estos alimentos suelen tener una mezcla equilibrada y tentadora de grasas, azúcares y sal, lo que los hace muy atractivos.

Alimentos ultraprocesados

  • Patatas fritas
  • Galletas
  • Dulces y chocolates
  • Bollería industrial
  • Pizzas congeladas o de restaurantes de comida rápida
  • Snacks como nachos, palomitas de maíz con mantequilla, bolitas de queso…

Postres y golosinas

  • Helados
  • Pasteles y tartas
  • Donuts
  • Caramelos y gomitas
  • Crepes con rellenos dulces

Comida rápida y comida de restaurante

  • Hamburguesas con queso
  • Patatas fritas
  • Perritos calientes
  • Pizza cargada de queso y embutidos
  • Tacos o burritos con mucho queso, carne y salsas

Bebidas azucaradas

Salsas y acompañamientos

  • Mayonesa, kétchup, mostaza y otras salsas con azúcares añadidos
  • Quesos derretidos o salsas de queso
  • Mantequilla y margarina (sobre todo cuando se usan en exceso en productos como el pan o las palomitas)

¿Cuál es la diferencia entre alimento palatable y alimento hiper-palatable?

La diferencia principal entre un alimento palatable y un alimento hiper-palatable radica en el grado de estimulación sensorial que generan y en cómo afectan los mecanismos de recompensa en el cerebro.

Alimentos palatables

Son aquellos que son agradables al paladar, con un sabor, textura y aroma que los hacen atractivos para comer. Por lo general, contienen una mezcla de grasas, azúcares, sal, y otros ingredientes que activan los sentidos y generan placer.

Alimentos hiper-palatables

Los alimentos hiper-palatables llevan esta palatabilidad al extremo. Están formulados para maximizar el placer que generan en el cerebro a través de una combinación «ideal» de grasas, azúcares y sal. Estos alimentos no solo son agradables, sino que estimulan los centros de recompensa de una manera tan intensa que pueden desencadenar un consumo compulsivo o la sobrealimentación.

La industria alimentaria a menudo optimiza estos alimentos para que resulten irresistibles, aprovechando la combinación de ciertos ingredientes en cantidades específicas para activar circuitos neuronales de placer más intensos que los alimentos palatables convencionales. Este efecto puede hacer que las personas consumamos más de lo necesario, incluso cuando no tenemos hambre.

Características clave de los alimentos hiper-palatables

Combinación precisa de grasas, azúcares y sal

La cantidad exacta de cada uno de estos componentes está diseñada para maximizar el sabor y la recompensa cerebral. Por ejemplo, una hamburguesa con queso o un helado con caramelo tienen una proporción «perfecta» que hace que el alimento sea extremadamente tentador.

Estimulación excesiva de los centros de recompensa

Los alimentos hiper-palatables activan de manera muy intensa los circuitos de dopamina en el cerebro, lo que provoca una mayor necesidad de comer más. Este fenómeno se asocia con un riesgo elevado de sobrealimentación y obesidad.

Diseño industrial

Están diseñados intencionalmente para generar esa respuesta adictiva. Los fabricantes investigan qué combinaciones de ingredientes crean el «punto óptimo» de placer, lo que puede llevar a una pérdida de control al comer.

Ejemplos

  • Patatas fritas con sabor a queso y condimentos adicionales
  • Pizzas ultracargadas de queso y embutidos
  • Snacks de comida rápida (hamburguesas con bacon, doble queso, etc.)
  • Chocolates rellenos de caramelo y almendras con capas de azúcar y grasa

Los alimentos hiper-palatables suelen tener un impacto más negativo en la salud a largo plazo, debido a su capacidad para promover la sobrealimentación y, en algunos casos, generar hábitos alimentarios poco saludables.

El impacto de los alimentos palatables en tu bienestar

A corto plazo, comer alimentos palatables puede hacerte sentir bien, casi eufórico. Pero, a largo plazo, su consumo excesivo puede influir negativamente en tu bienestar físico y emocional.

Salud física

Sabemos que una dieta alta en azúcares, grasas saturadas y sal puede llevar a problemas de salud como el sobrepeso, la obesidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Estos problemas no solo afectan tu físico, sino que también pueden limitar tu energía diaria, tu capacidad para disfrutar de la vida y, en algunos casos, acortar tu esperanza de vida.

Salud mental

Lo que quizá no se habla tanto es cómo el consumo frecuente de alimentos palatables puede afectar tu bienestar mental.

Como mencionaba antes, estos alimentos activan los centros de recompensa en el cerebro. Esto no solo te hace querer más, sino que puede afectar la forma en que experimentas el placer en otras áreas de tu vida. Si tu cerebro se acostumbra a obtener satisfacción inmediata a través de la comida, otras fuentes de placer más sutiles (como la lectura, una conversación tranquila o una caminata) pueden perder atractivo.

Además, la sensación de culpa o arrepentimiento tras consumir en exceso puede desencadenar un ciclo de malestar emocional, generando una relación tóxica con la comida.

El equilibrio entre disfrutar y cuidar de ti

Ahora, no te voy a decir que dejes de comer esos alimentos por completo. Sería poco realista y, además, la comida también es parte del disfrute de la vida. El problema no es que comas una hamburguesa o una bolsa de patatas fritas de vez en cuando, sino que esa elección se vuelva habitual y termine afectando tu bienestar general.

Lo más importante es que empieces a ser consciente de por qué comes ciertos alimentos y cuándo lo haces. Pregúntate: ¿tengo hambre de verdad o estoy comiendo por aburrimiento, estrés o tristeza?

Escuchar a tu cuerpo es una habilidad que se entrena con el tiempo, y mientras más atención prestes a sus señales, más fácil será tomar decisiones que realmente te nutran, tanto física como emocionalmente.

Cómo crear una relación más sana con los alimentos palatables

Aquí van algunas ideas que te pueden ayudar a disfrutar de estos alimentos sin caer en el consumo excesivo.

Come con atención

El famoso «mindful eating» no es solo una moda. Se trata de estar presente mientras comes, disfrutar de cada bocado y prestar atención a las señales de tu cuerpo. Comer lentamente te permite saborear más y, a menudo, te das cuenta de que no necesitas tanto para sentirte satisfecha/o.

Encuentra otras fuentes de placer

Si la comida es una de las principales formas en que encuentras satisfacción, quizá sea útil buscar otras actividades que te generen placer. Puede ser salir a caminar, leer un libro, practicar una afición o pasar tiempo con tus amistades.

La idea es diversificar tus fuentes de bienestar para no depender solo de la comida.

Haz elecciones conscientes

No se trata de eliminar todos los alimentos palatables de tu vida, sino de hacer elecciones más conscientes. Si sabes que vas a comer algo muy sabroso, disfrútalo, pero también ten en cuenta cuánto y con qué frecuencia lo haces.

Todo está en el equilibrio.

Evita los extremos

Las dietas extremadamente restrictivas suelen ser contraproducentes. Si te prohíbes comer algo por completo, es más probable que acabes deseándolo aún más. En lugar de eso, permite que esos alimentos formen parte de tu vida de manera ocasional y controlada.

Escucha a tu cuerpo, pero también a tu mente

Los alimentos palatables no son el enemigo. Como te decía al principio, son parte de la vida y es completamente normal que los disfrutes. Lo importante es mantener una relación sana con ellos y ser consciente de cómo influyen en tu bienestar a largo plazo.

Escucha a tu cuerpo, pero también presta atención a cómo te sientes emocionalmente antes y después de comer. Si empiezas a notar que recurres a ciertos alimentos para lidiar con el estrés o las emociones difíciles, quizás sea momento de buscar otras formas de gestionar esos sentimientos.

La comida está ahí para nutrirte, pero también para disfrutarla. Se trata de encontrar el equilibrio que te permita vivir plenamente, cuidando tanto de tu cuerpo como de tu mente.

Y tú, ¿qué relación tienes con los alimentos palatables? ¿Sientes que te afectan más a nivel físico o emocional? ¡Cuéntame en los comentarios, me encantará leer tu experiencia y reflexionar juntos sobre este tema!

2 comentarios en “Por qué nos atraen tanto los alimentos palatables y cómo afectan a tu bienestar”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir arriba
Resumen de privacidad
Alimenta tu bienestar

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Cookies estrictamente necesarias

Las cookies estrictamente necesarias tiene que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.